sábado, 4 de octubre de 2008

1. El ABC de la felicidad


El ABC de la felicidad es un libro de Lou Marinoff.
http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2006/11/2251/
http://www.loumarinoff.com/
http://www.filosofia.com.mx/index.php?/perse/archivos/entrevista_con_lou_marinoff/
http://en.wikipedia.org/wiki/Lou_Marinoff
http://www.20minutos.es/noticia/176829/0/Marinoff/George/Bush/
El título de mi nuevo blog está insipirado en el libro de Marinoff. Mi mujer me lo regaló y me pidió que le contase algo sobre él. Aprovechando un largo viaje a Budapest he volado sobre Europa y sobre las páginas del libro.

Estoy deseando contarle a Pili, mi mujer, muchas cosas de este libro. Pero se me ha ocurrido que podemos compartirlas con nuestros amigos y divulgar el pensamiento no solo de Marinoff sino también de Pinker, Sowell, y tantos otros que no se creen que los varones heterosexuales euroamericanos que no somos fascistas ni marxistas tengamos que permanecer callados. (Sowell es negro).

Nuestra civilización occidental está en peligro. No creáis que estoy exagerando. Los idiotas y los malintencionados dominan la política, la universidad y los medios de comunicación en todo occidente y destruyen los valores que hasta hace poco nos servían de guía, reemplazándolos por diferentes formas de marxismo, feminismo, nihilismo, etc., que están ocasionando la disolución de la familia, la falta de natalidad y la incapacidad de los jóvenes para afrontar la vida y ser felices.

Como todas las cosas, el papel de Occidente está llamado a declinar e incluso el género humano y nuestro universo entero desaparecerán algún día. Pero mientras tanto, luchemos para que los extremistas no nos pisen con la bota derecha ni con la bota izquerda y defendamos la libertad y el justo medio.

Basaré mi contribución en este blog, en el que expondré mi visión de la vida y del mundo, día a día en la medida en que me sea posible, y donde comentaré las ideas de consagrados intelectuales de ayer y de hoy.

Voy a hablaros un poco de Budapest: Como veis en la foto, que hice con el móvil desde mi habitación del hotel, no hay rascacielos. Los húngaros fueron víctimas de los austriacos, de los turcos, de los nazis, de los rusos. Han escapado del comunismo y están conseguiendo escapar del capitalismo inmoral. Hay muchos coches y considerables atascos, como en España, pero se ven pocos Mercedes y BMWs. Tampoco se ven indigentes. No se ven policías. En tres días no escuché sirenas. Han derribado las estatuas de Lenin, Stalin, Marx, etc., pero no las han destruido. Las han llevado a un gran parque donde cualquiera puede admirarlas. ¿Aprovecha la destrucción a la memoria histórica? Tienen iglesias católicas y protestantes y sinagogas judías. Puedes tocar el Palacio Presidencial (pequeño y sin pretensiones) sin ver a un solo guardián. Puedes pasear por todos lados, de día y de noche, sin ser molestado. Ojalá los aquincenses sigan muchos años en el justo medio y consigan la prosperidad que merecen. (Aquincum se llamaba la ciudad romana que se levantaba más o menos donde hoy está Óbuda -Budapest es la unión, en el siglo XIX, de tres ciudades: Buda, Óbuda y Pest- y que era la capital de la provincia de Pannonia hasta que la conquistaron los hunos en el siglo V. Los húngaros llegaron a finales del IX).

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