sábado, 20 de diciembre de 2008

7.4. Educación y maltrato


El deate sobre la utilización de la violencia física en la educación de los hijos está vivo desde hace años.

Cuando yo era niño, no había debate. Cualquier adulto que pasara cerca de ti tenía el derecho y el deber de reprenderte y darte una colleja para enseñarte a "ser bueno". Casi todos los de mi generación recordamos alguna paliza en la escuela o en casa. Recibimos "bastante". ¿Fue negativo para nosotros? Desde luego, nadie recuerda un palmetazo con cariño.

Hace poco leí la noticia de que una madre había sido condenada a 45 días de prisión y a acercarse a menos de 500 metros de su hijo durante más de un año por un delito de malos tratos después de que le diera al menor un bofetón y le agarrara del cuello tras una pelea que se inició cuando ella le reprendió por no haber hecho los deberes del colegio.

http://digital.telepolis.com/cgi-bin/reubica?id=515788&origen=htmldigital

La madre recriminó a su hijo de diez años de edad porque no había hecho los deberes del colegio, a lo que este le respondió tirándole una zapatilla y corriendo a encerrarse en el cuarto de baño. La madre fue tras el pequeño y, pese a la oposición del menor, consiguió abrir la puerta, lo que hizo que el niño cayera al suelo, fue entonces cuando la condenada le levantó agarrándole del cuello, dándole seguidamente un tortazo por detrás en la cabeza que hizo que se golpeara la nariz y sangrara.

Cuando llegó a clase, su tutor percibió rastros de sangre en la nariz del menor y, al preguntarle qué le había pasado, le contó que su madre le había agarrado del cuello y dado un bofetón y, de hecho, observó que tenía en el cuello un moratón. Entiendo que el tutor fue quien efectuó la denuncia.

Para la magistrada, ha quedado acreditado que la madre "cometió un acto de agresión contra su hijo al cogerle del cuello para levantarlo del suelo y darle un tortazo en la cabeza", lo que hizo que su cabeza se golpeara contra el lavabo provocando la sangre en la nariz, por lo que "se cumplen todos los requisitos del tipo de maltrato, aun cuando hubiese sido la única agresión cometida". Igualmente, analiza que el menor tiene un "carácter difícil y desobediente" respecto a las tareas del colegio y la madre se sumió en un estado de nerviosismo porque vio que le había mentido y no había hecho los deberes. Ante estos hechos, entiende que el debate se centra si la actuación de la madre queda justificada ante la desobediencia del menor y si tiene cabida en el derecho de corrección de los padres. Al respecto, argumenta que ante una agresión física de esta índole --"dos actos de agresión de cierta intensidad que produjeron lesiones"-- los actos de la mujer "no pueden considerarse comprendidos dentro de los conceptos de razonabilidad y moderación".

La juez ha aplicado la ley. Pero esta ley no es justa. No está en el justo medio. No creo que el niño, la madre, el tutor, el juez y ni siquiera los políticos que aprobaron la ley, sin pensar probablemente en las consecuencias, hayan quedado contentos. Según nuestro código penal, esta madre cometió un delito. Ahora, para cumplir la sentencia, ¿dará el niño en acogida a una institución pública?, ¿lo criará un familiar? Yo propongo que lo críen los políticos, que parecen saber muy bien cómo se hace.

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