domingo, 31 de enero de 2010

Crítica de las teorías clásicas de la sociedad.

Para una definición de la sociedad moderna, la primero que salta a la vista es el componente autológico de la propia definición: la sociedad ha de definirse desde dentro de la sociedad. Como bien dice Luhman (La sociedad de la sociedad, 1998),
la descripción se describe también a sí misma
Esta dificutad ha hecho que muchas veces la Sociología se haya limitado al estudio de las relaciones sociales, renunciado a la sociedad como objeto de estudio. El interés de la Sociología se dirigió así a los problemas de identidad y diferencia. Siguiendo a Kupper
lo que diferencia a las personas es la identidad cultural (no la nacionalidad, ni la clase social, ni el género). El término identidad es contradictorio, puesto que significa a la vez igualdad y diferencia. La identidad es, a la vez, privada y pública (implica que uno debe se debe ser fiel a sí mismo y también debe ser fiel a sus iguales y mostrar en sociedad sus rasgos identitarios). La identidad se realiza mediante la participación en la cultura.
El individuo quedaba ligado a la sociedad mediane conceptos como socialización o rol, e individuo/sociedad eran el eje teórico de la Sociología: la sociedad está compuesta de individuos. Es decir, se ha renunciado a la descripción de la sociedad como un todo.

 
Luhamn resume los supuestos presentes en la concepción habitual de sociedad:
  1. La sociedad está constituida por seres humanos concretos y por las relaciones entre ellos.
  2. La sociedad se establece a través del consenso de los seres humanos, la concordancia de sus opiniones y la complementariedad de sus objetivos.
  3. Las sociedades son unidades regionales territorialmente delimitadas
  4. Las sociedades pueden observarse desde el exterior.
Estos supuestos presentan varios problemas:
  • El problema de ligar la sociedad a los individuos que la forman es que la sociedad no cambia con los nacimientos y muertes; la sociedad no está constituida por seres humanos concretos. Por tanto, la sociedad ha de definirse sin incluir a los individuos en la definición.
  • Si ligamos la sociedad al consenso de los individuos, los conflictos sociales no pertenecerían a la sociedad. Por otra, pensar que los individuos que componen una sociedad están siempre de acuerdo equivale a suponer individuos sin individualidad. El problema de ligar la sociedad con la conducta adecuada de los individuos es que los problemas estructurales de la sociedad serían un conjunto conductas individuales desviadas y por tanto quedarían fuera de la Sociología.
  • Si se toma al ser humano como parte de la sociedad, la teoría de la diferencia distribuiría a los individuos en grupos étnicos, sociales, nacionales, etc., lo que se opone al concepto de igualdad. (Siguiendo a Barth, la diferenciación en grupos étnicos supone categorías de estatus exclusivas e imperativas).
  • La globalización nos muestra la irrelevancia de los límites territoriales.

 
Quizá exista miedo a definir la sociedad sin el ser humano, o sin un territorio; pero la realidad es que no existe una sociedad humanista y territorial y que no es posible pensar la sociedad desde fuera.

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