sábado, 27 de marzo de 2010

María Lionza: posesión y violencia in-corporadas



Rubén Blades canta en Vigo, España, su canción María Lionza en el verano de 2008. Mi mujer, mis hijos, muchos amigos y yo, estuvimos allí.

En la montaña de Sortes por Yaracuy
en Venezuela vive una diosa
en la montaña de Sortes por Yaracuy vive una diosa
una noble reina de gran belleza y de gran bondad
amada por la naturaleza e iluminada de caridad
Y sus paredes son hechas de vientos
y su techo hecho de estrellas
la luna, el sol, el cielo y la montaña su compañeros
los ríos, quebradas y flores su mensajeros
O salve reina María Lionza
por Venezuela va con su onza y cuidando está
y va velando a su tierra entera desde el Guajiro hasta Cumaná
cuida el destino de los latinos vivir unidos y en libertad
En la montaña de Sortes por Yaracuy
en Venezuela!

María Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
Maria Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
un ramo e flores, de flores blancas cual la pureza de tu bondad

María Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
a toda la gente halla en los cerritos que hay en Caracas protégela

Maria Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
Doña María cueste lo que cueste a la Autopista del Este lo voy a llevar

Maria Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
y va cuidando a su Venezuela desde el Guajiro hasta Cumaná

María Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
María Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
fue por el río Guanaguanare que Coromoto la vio brillar

Maria Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
ella es la reina que el pueblo adora ella es la diosa mas popular

Maria Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
flores para tu altar Doña María te vo a llevar

María Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
con tabaco y aguardiente la ceremonia ya va a empezar

María Lionza hazme un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar
nos despedimos con un saludo de Puerto Rico y de Panamá


Foto de http://nimg.sulekha.com


María Lionza (Yara, Guaichía) es la figura central del Espiritismo Marialioncero (Culto autóctono venezolano a María Lionza). Similar a la Santería en Cuba, el Candomblé o Santo Daime en Brasil, es una mezcla entre el catolicismo y las creencias de los pueblos aborígenes de Venezuela y africanos, el culto a María Lionza, no es más que la adoración de la divinidad de una mujer similar a la imagen de la Virgen María. Es considerada la religión autóctona de Venezuela, no obstante, la mayoría de los venezolanos (80% aprox.) son Católicos.

Maria Lionza acompañada del Negro Felipe y del Cacique Guaicaipuro conforma las “Tres Potencias”. Ellos son la base fundamental de un cielo de deidades y espíritus divididos jerárquicamente en “Cortes”. Cabe mencionar que una entidad puede pertenecer a varias cortes, es el Caso de Santa Bárbara que en su condición de santa pertenece a la corte celestial y a su vez es la reina de la corte Africana a la cual, le rinden culto a través de la santería.

Las principales cortes de Maria Lionza son:
  • La Corte India: presidida por Maria Lionza, el Cacique Guaicaipuro, Cacique Yoraco, Cacique Naiguatá, Reina Urimare, Cacique Mara, Tamanaco, India Tibisay, India Rosa, Cacique Sorocaima, Cacique Churuguara, Indio Terepaima, Indio Yaguarin, Indio Arichuna, Indio Cayurima..
  • La Corte Negra: compuesta por el Negro Felipe a la cabeza, Negra Matea, Negra Francisca, Negro Pío, Negro Eloy, Macario Pantoja...
  • La Corte Venezolana o Corte Libertadora: presidida por Simón Bolívar, Juan Vicente Gómez (dictador 1908-1935), el Generalísimo Francisco de Miranda, el Mariscal Antonio José de Sucre, José Antonio Páez...
  • La Corte de los Don Juanes:, compuesta por varias figuras que pertenecen al folclore venezolano: Don Juan del Tabaco, Don Juan del Camino, Don Juan de los Suspiros, Don Juan de los 4 Vientos, Don Juan del Pensamiento, Don Juan del Chaparro, Don Juan De la Calle, Don Juan del Amor, Don Juan de las aguas, Don Juan del Dinero, Don Juan del Progreso, Don Juan de los Tesoros, Don Juan de La Fuerza...
  • La Corte Médica: liderada por el Dr. José Gregorio Hernández, Dr. José María Vargas, Luis Razzetti...
  • La Corte Chamarrera: Don Toribio Montañés, Don Toribio Colmenarez, Don Nicanor Ochoa, el Profesor Lino de Las Mercedes Valle, Negra del congo, Negro Congo, Negra Francisca Antonia Bermúdez García, Clemente Antonio Mejias Rivero (El abuelo), Agustin Salcedo (el viejo 1664, Don pedro Yarez.
  • La Corte Celestial: conformada por los santos católicos: Jesucristo y la Virgen María en todas sus advocaciones, Santa Bárbara San Expedito, San Alejo, San Benito, San Francsco de Asis, Santa Clara de Asis, San Cipriano, San Sebastián...
  • La Corte del Cielo: conformada por los Arcángeles: San Miguel, San Rafael, San Gabriel, Uriel, Chamuel, Jofiel y Zadkiel.
  • La Corte Malandra: presidida por el Malandro Ismael, Felix Agustin Azuaje, Petróleo Crudo, Cabeza e Motor, Malandro Ratón, Isabelita, Luis, Miguelito, Antonio, Luis Segundo Virguez "el Malandro de la parroquia", tres cuchillos, el muelita, el chino, William, oscarsito, la cleo, Rigoberto Martínez, etc.
  • La Corte Africana: (los dioses de la religión Yoruba) representados en Las Siete Potencias Africanas: (Changó, Ochún, ogún, Elegua, Obatala, Yemala y el santo cristo de atoche) y también está babaloa.
  • La Corte Vikinga: Erick El Rojo y sus Hijas: Ericka y Rosmelyn, Mr. Robinson, Mr. Bárbaro, Mr. Vikingo, Mr. Baby, Rey Vikingo, Mr. Smith...

Francisco Ferrándiz (VENAS ABIERTAS: MEMORIA Y POLÍTICAS CORPÓREAS DE LA VIOLENCIA) estudió el culto de María Lionza, perfilando dos procesos (según Honorio M. Velasco Maíllo: Cuerpo y Espacio)
  1. El de los cuerpos que pasan de ser pacientes a ser activos. En el idioma que utilizan ellos, los cuerpos se convierten en “materias”. Pero es en realidad un aprendizaje y una transformación. La descripción pone de manifiesto algo que si se asume como una patología nos impide apreciar: que la posesión es un estado del cuerpo, un habitus. Lejos de permanecer pacientes, los médium hacen del padecimiento virtud, no sólo dan sentido a lo que les ocurre sino que reforman sus cuerpos en relación a ello. El cuerpo se torna sujeto activo del trance (no sólo porque éste puede ser provocado). No son comportamientos desordenados sino secuencias de conducta que siguen pautas reconocibles porque se adecuan a modelos. Es más, son tomados como modelos mismos (en espíritu). Por eso la posesión es uno de los paradigmas del cuerpo en cuanto a sujeto. Manteniéndose en una ideología dualista se podría decir que la posesión trabaja en ese sentido a beneficio de la parte más débil, el cuerpo
  2. Los espíritus pasan por el tránsito que va de la generalidad, del difuso englobamiento en una categoría genérica, a la individuación. Primero son “fuerzas”, luego pasan a esquemas corporales y después son identificados con una precisión y singularización propia de entidades individuales. La posesión en este “idioma” del culto a María Lionza y en otros cultos, no sólo afecta a determinados cuerpos, afecta también a los espíritus. Ellos son parte dividual de los individuos-médium. Ambos procesos no sólo se corresponden, se entiende que están articulados, lo que posibilita la in-corporación.

TAMBORES, ALEGORÍAS Y SANGRE EN LA SELVA
Junto con los espíritus de delincuentes muertos en las calles, los africanos y vikingos se convirtieron en los espíritus preferidos para los jóvenes marialionceros. Esta preferencia parece vinculada a una intensificación de la violencia estructural y cotidiana en los sectores más empobrecidos del país, que pueblan los llamados cinturones de la miseria que rodean las principales ciudades y que produce una transformación repentina y radical de las formas de corporalidad.
La llamada antropología de la resistencia se interesa por las formas en las que los colectivos oprimidos, estigmatizados, marginales, desplazados o subalternos articulan tácticas de indisciplina cultural –con importantes componentes corpóreos- frente a los procesos político-económicos en los que se encuentran atrapados. Para evaluar estas acciones de resistencia desde abajo, es importante entender las formas en que las fuerzas sociales y políticas cristalizan en modos específicos de marginación o de sufrimiento social.
En la sociedad venezolana, se encuentran grupos de jóvenes de los barrios pobres de las periferias urbanas que, a través de una práctica de religiosidad popular de amplio seguimiento en el país, consideran legítimo e incluso prestigioso infligirse heridas y manipular su sangre en contextos rituales espiritistas públicos.

JUVENTUD EN EL RESPIRADOR
La intensa marginación, falta de oportunidades y violencias que enfrentan a muchos jóvenes de los barrios venezolanos en su vida diaria, constituyen la herencia de la conocida revuelta popular conocida como el caracazo. El pueblo dejó de ser la fundación virtuosa de la democracia para convertirse en un parásito social que debe ser disciplinado por el Estado. La gente se sintió traicionada por los líderes políticos, rebelándose, lo ue produjo una despacificación de la vida cotidiana, provocando recelo, inquietud y alarma en la sociedad. Esta violencia se manifiesta en los barrios, entre los jóvenes, como alternativa a la exclusión social (cultura de resistencia callejera). La violencia es atractiva para algunos jóvenes que carecen de fuentes alternativas de recursos económicos, poder y prestigio.
En la denominada guerra al hampa, muchos hombres de los barrios, especialmente los jóvenes, son objeto de políticas indiscriminadas de segregación, estigmatización, e incluso exterminio por parte del Estado y sus diversos agentes. Tulio Hernández lo describe como una violencia institucionalizada sobre los habitantes de los barrios. En estos operativos policiales, se arrestan decenas e incluso centenares de personas, por el simple hecho de tener cierto color de piel, vivir en zonas determinadas de la ciudad o vestir en consonancia con las culturas de los barrios; uno de los efectos de estos operativos, aparte de la propagación masiva de la sospecha, es la producción de antecedentes policiales a gran escala, lo que empuja a muchos jóvenes hacia un callejón sin salida.
En el modelo de supervivencia de los barrio, de fuerte carga masculina, son elementos muy importantes: el culto a las armas, la presencia de la muerte como condicionante de las relaciones sociales y la adicción a las drogas; El honor y el prestigio social se asientan en cualidades como el valor, la audacia, la crueldad o la indiferencia ante la muerte.
Las marcas de la violencia, denotan astucia para burlar el peligro, valentía para enfrentar el dolor y se convierten en un elemento de identidad social. Algunas de estas lesiones corporales son autoinfligidas. Sin embargo esta valoración positiva de las lesiones corporales dentro de algunas culturas juveniles tiene algunas consecuencias nefastas, las autoridades consideran que son una condición inequívoca de que el joven que las ostenta es un maleante. Muchos jóvenes espiritistas sin relación directa con la delincuencia entran en trance con espíritus de delincuentes para aumentar su prestigio social o como mera estrategia de supervivencia para encarar situaciones complicadas en la calle. Lo que más unifica a la mayoría de los jóvenes de los barrios, sean infractores peligrosos, ladronzuelos o trabajadores honrados, es la sospecha de delincuente potencial, que se cierne sobre ellos. Y es este elemento unificador externo, este estigma social, el que condiciona la relación que muchos jóvenes espiritistas empezaron a desarrollar con los espíritus de la violencia desde principios de la década de los noventa.



MEMORIAS Y CUERPOS LESIONADOS
Del mismo modo que las sociedades se transforman, las formas de corporalidad se modulan, renuevan o reinventan continuamente. Se puede decir, que el cuerpo ha sido históricamente un lugar privilegiado para la implantación de hegemonías, formas de desigualdad y de control social y político. Pero también un espacio privilegiado de conciencia crítica, indisciplina y disidencia. En contextos sociales determinados, pueden brotar de manera súbita formas de corporalidad radicalmente novedosas como es el caso de los espíritus africanos y vikingos.
  1. Están asociados a médium jóvenes y son generalmente rechazados por las generaciones anteriores.
  2. Presentan una corporalidad muy forzada que se expresa en un gran retorcimiento anatómico y en un lenguaje poco comprensible.
  3. Se autolesionan ceremonialmente.
  4. Asumen una lógica competitiva más vinculada a las culturas juveniles callejeras que al propio espiritismo.
  5. El resultado estético de estas prácticas de automutilación ceremonial se sitúa entre el estilo punk y las imágenes más popularizadas de la crucifixión barroca.
  6. Su estilo terapéutico se organiza en torno al uso curativo de la sangre del médium.
  7. Recrean la desmemoria, una memoria popular o una “historia desde abajo”, que se presenta poco elaborada, fragmentada y dispersa, que está habitada por una mezcla desordenada de personajes arquetípicos –que transmiten nociones de la época esclavista- y otros con tramas biográficas locales más reconocibles, que rescatan actos de violencia y resistencia más concretos y que permanece abierta en todo momento a interpretaciones múltiples y coyunturales.

ESPÍRITUS AFRICANOS Y VIKINGOS
Lo que une a africanos y vikingos es su condición de guerreros o luchadores por la libertad, y la intensidad de su corporalidad, excesiva, herida y mutilada. Sin embargo las narrativas en torno a los vikingos adoptaban en general tramas heroicas provenientes de los cómics, mientras que los argumentos africanos eran más complejos, algunos de los africanos eran avatares de la santería cubana, otros eran habitantes originarios de África, algunos híbridos entre hombre y animal, pero la mayor parte portaban rasgos de cimarrones, es decir eran interpretados como antiguos esclavos venezolanos huidos de las plantaciones y del control de las elites coloniales españolas. La cimarronería de los espíritus africanos se expresa somáticamente de diversas formas:
ü  Por un lado, estados afectivos que provocan en el médium: sensaciones de rabia, furia, frustración, coraje fiereza. Se trata en general de emociones de gran intensidad que hacen que estas posesiones provoquen un enorme desgaste físico y psicológico.
ü  Además, los africanos inscriben en el cuerpo de los médium otros rastros de su experiencia de la esclavitud en forma de heridas y mutilaciones: la autoinflicción de heridas con cuchillas de afeitar, puñales, cristales y agujas.
ü  Casi todos los africanos despliegan una corporalidad contrahecha: se desplazan como si fueran esqueletos desprovistos de músculos y articulaciones.
Esta representación de la naturaleza del régimen colonial resuena con la crudeza de la violencia en las calles de Venezuela contemporánea, de la que son protagonistas los descendientes de estos mismos esclavos.



DE REGRESO A LA CALLE
Estas heridas y mutilaciones implican una continuidad ente la violencia ritual y la violencia cotidiana. Parece claro que los africanos y los vikingos son parte de esa lógica cultural juvenil masculina presente en los barrios caracterizada por la competitividad y la priorización de actitudes como el coraje, el desafío al peligro o la indiferencia ante el dolor y basada en el prestigio de las heridas y cicatrices.
Los jóvenes que practican este tipo de espiritismo de forma asidua, en su mayor parte hombres, tienen sus cuerpos entrenados para la ceremonia de la sangre y la violencia. Debido a las cualidades analgésicas del trance, no hay por lo general dolor, sin embargo gestionan con habilidad lo que Scarry denomina la vecindad del dolor, y consiguen transmitir a los presentes la “angustia de la persona herida”. Los escenarios de explotación y violencia ponen en marcha un proceso identitario con potencial para reinterpretar las modernas experiencias de exclusión bajo el prisma de una memoria corpórea de la esclavitud, que podemos catalogar como disidente.
Los espiritistas argumentan que esta violencia ceremonial no es violencia de verdad, sino parte de un espectáculo destinado a impresionar. Pero para los espectadores el efecto es de peligrosidad para la integridad corporal.
Los jóvenes, a través de estos trances con los espíritus, establecen correlaciones directas entre la experiencia histórica de la esclavitud en la memoria popular y las circunstancias de su vida cotidiana en la Venezuela petrolera.

VENAS ABIERTAS
Las violencias estructurales llevan automáticamente a actos de violencia cotidiana.
La pobreza estructural y la exclusión social y política generan modos de vida y supervivencia de extraordinaria ambigüedad, alienantes y liberadoras al mismo tiempo. La violencia cotidiana y ritual nos evoca el hastío de una generación de jóvenes pobres y estigmatizados, sin apenas horizonte ni futuro, sin embargo el aspecto terapéutico de la estructura ritual nos abre la posibilidad utópica de que la violencia esté alcanzando el límite de tolerancia desde el que pueda comenzar a desactivarse.
Resulta difícil averiguar si la violencia de los africanos y vikingos expresa pura desesperanza autodestructiva sin horizonte de solución o más bien un canal de empoderamiento y protesta de un espacio juvenil resistente a la esclavitud.


Más sobre María Lionza:
http://es.wikipedia.org/wiki/María_Lionza
http://www.pobladores.com/channels/religion/MARIA_LIONZA_LA_MADRE
http://marialionzalamadre.blogspot.com/
http://misionindiodelmonte.spaces.live.com/
http://uam-antropologia.info/web/component/option,com_docman/task,doc_download/gid,192/Itemid,26/

Otras entradas sobre rituales religiosos:
Brit milah: circuncisión judía.
Kumbh mela 2010. Peregrinaje y vida.

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